TEMPLO Y HOSPITAL SAN PEDRO APOSTOL

Su construcción estuvo a cargo de Juan Pascual y José de Porres, quienes terminaron en 1662 el hospital y, en 1675, el templo. Dañados por los terremotos, sólo el hospital pudo continuar funcionando, inclusive después de 1773. En 1865, el templo y el hospital fueron reconstruidos y remodelados por orden de las Hermanas de la Caridad, para continuar ofreciendo sus servicios. Actualmente, y continuando con las obras sociales que iniciara el Santo Hermano Pedro de Betancourt, con el que se le ha identificado, el hospital a cargo de la orden de los franciscanos atiende a personas de escasos recursos y que sufren de alguna limitación física o mental. Los propósitos desde su origen fueron dar asistencia hospitalaria a los miembros del círculo eclesiástico. Fin que fue concretado y nueve años después de finalizada su construcción comenzó a recibir a los primeros enfermos. Su nombre está ligado al Santo Hermano Pedro, quien pudo ver cómo se convertía en realidad su deseo.
La construcción sufrió los daños que ocasionaran los diferentes terremotos que estremecieron a La Antigua Guatemala y que afectaran a todas las construcciones de la época. Sin embargo, los repetidos trabajos de restauración permiten que el templo continúe en pleno uso para las labores eclesiásticas y atención de los fieles, celebrándose así, cada domingo, la misa bajo su techo.