ERMITA DE LA SANTA CRUZ

Perteneciente a la orden de los Dominicos es una de las más antiguas, se tiene conocimiento de la ermita desde principios del siglo XVII; se construyó en un barrio de indios provenientes de Santa Cruz El Quiché alrededor de 1,662; fue restaurada después de los terremotos de 1,717 por las familias mayas más prósperas y se abrió a la feligresía en 1,731, aunque la obra quedó concluida hasta 1,744. Contaba con una sola nave con techo de teja y cúpula, al fondo el altar y el coro alto se ubicaba en la parte superior del ingreso principal; en la fachada había un crucifijo de estuco rodeado por las figuras de la Virgen María, María Magdalena, San Pedro, San Pablo, San Francisco y Santo Domingo. Durante el resto de ese siglo solo se hicieron reparaciones menores; en el terremoto de 1,773 fue parcialmente destruida.
Los esfuerzos para promover las actividades culturales y al arte en general, dieron como resultado que el Estado de Guatemala creara un Festival Permanente de Arte y Cultura. Esto tuvo repercusiones importantes en La Antigua Guatemala y luego de un proceso de evolución comenzó a tener una presencia más fuerte. Es así como en 1971 la Ermita de la Santa Cruz comienza a jugar un papel importante en la divulgación y presentación de óperas y ballet.